Lesión de menisco: síntomas, causas y tratamiento •

Si es un fanático de los partidos de fútbol o incluso juega a menudo al fútbol, ​​es posible que esté familiarizado con el término lesión de menisco. Sin embargo, ¿cómo se ve esta lesión y cuál es el tratamiento necesario? Vea abajo.

¿Qué es una lesión de menisco?

Una lesión de menisco es una de las lesiones de rodilla más comunes que ocurre cuando el menisco se desgarra y causa dolor, hinchazón y rigidez. En algunos casos, estas lesiones pueden impedir el movimiento de la rodilla si no se tratan adecuadamente.

El menisco es un par de tejido cartilaginoso en forma de C en la rodilla que tiene la función de amortiguar la articulación de la rodilla. Cada articulación de la rodilla del pie tiene dos meniscos, uno en el exterior y otro en el interior.

La presencia del menisco evita que el hueso del muslo (fémur) y la espinilla (tibia) se froten entre sí cuando hay movimiento en la articulación de la rodilla. Como resultado, este tejido cartilaginoso también puede proteger la articulación de la rodilla del desgaste.

¿Qué tan común es esta condición?

Esta lesión también se conoce como desgarro de menisco o lesión del cartílago de la rodilla. Un desgarro de menisco es una lesión bastante común y puede afectar a hombres y mujeres de todas las edades.

Sin embargo, las lesiones de menisco son más comunes en los atletas que practican deportes de contacto, como el fútbol o el baloncesto. Esta lesión también suele ocurrir junto con otras lesiones de rodilla, como las lesiones del ligamento cruzado anterior. ligamento cruzado anterior ).

Además, esta condición puede ocurrir debido al debilitamiento del menisco con la edad. Aproximadamente el 40% de las personas de 65 años o más han experimentado esta afección.

¿Cuáles son los signos y síntomas de una lesión de menisco?

La mayoría de las personas aún pueden caminar con una rodilla lesionada, e incluso un atleta puede seguir compitiendo con un menisco desgarrado. Sin embargo, esta afección generalmente solo dura de 2 a 3 días, antes de que la rodilla se hinche y se ponga rígida.

En general, las características de las lesiones de menisco se dividen en tres niveles de gravedad, que van de leve, moderada a grave.

1. Lesión menor de menisco

Si tiene un desgarro leve de menisco, sentirá un poco de dolor e hinchazón en la articulación de la rodilla, que generalmente sanará en 2-3 semanas.

2. Lesión moderada del menisco

Con un desgarro de menisco moderado, sentirá un dolor más localizado, por ejemplo, en la parte externa o interna de la rodilla. La hinchazón suele empeorar en 2-3 días.

La articulación de la rodilla se pondrá rígida y el movimiento es limitado. Estos síntomas desaparecerán en 2-3 semanas, pero pueden reaparecer si su rodilla se tuerce o se usa con demasiada frecuencia. Si no se trata, el dolor puede aparecer y desaparecer durante años.

3. Lesión grave de menisco

Mientras que en los desgarros de menisco graves, parte del menisco se puede cortar y mover del espacio articular. En algunos casos, esto puede hacer que sus rodillas hagan un "estallido". o sus articulaciones se bloquean. Como resultado, el movimiento se limita al punto de no poder enderezar la articulación de la rodilla.

¿Cuándo debería consultar a un médico?

Las lesiones menores se pueden curar con cuidados en el hogar. Sin embargo, para lesiones de moderadas a graves, es posible que deba consultar a un médico si hay hinchazón, dolor, dificultad para estirar la pierna y no puede mover la rodilla como de costumbre.

Si tiene signos o síntomas de un desgarro de menisco, debe consultar a un médico. La condición corporal de cada persona es diferente entre sí, siempre hable con un médico para obtener la mejor solución.

¿Cuáles son las causas de las lesiones de menisco?

Las lesiones de menisco generalmente ocurren como resultado de movimientos de torsión de la articulación de la rodilla cuando el pie está en la pisada y la articulación de la rodilla está en una posición flexionada. El traumatismo directo en la rodilla también puede provocar un desgarro de menisco. A medida que envejece, el menisco se debilita y es más propenso a lesionarse.

¿Qué aumenta el riesgo de lesión de menisco?

La lesión del menisco es una afección que le puede pasar a cualquier persona, independientemente del sexo o la edad de la persona. Sin embargo, existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de desgarro de menisco, como los siguientes.

1. Actividades deportivas

Las lesiones deportivas pueden implicar una torsión agresiva de la rodilla, lo que puede aumentar el riesgo de desgarro del menisco. Un atleta corre el riesgo de padecer esta afección si participa en deportes de contacto, como el fútbol, ​​y actividades que implican movimientos de pivote que ejercen presión sobre la rodilla, como el tenis o el baloncesto.

2. Debilidad del menisco de la rodilla.

La debilidad y el desgaste del cartílago de la rodilla pueden ocurrir con la edad, por lo que esto también aumenta el riesgo de una rotura de menisco. La misma condición también puede ocurrir en personas obesas o con sobrepeso.

¿Cómo diagnosticar una lesión de menisco?

Después de analizar sus síntomas y su historial médico, su médico realizará un examen físico para ver si hay un desgarro en el menisco, como la prueba de McMurray.

El médico le doblará la rodilla, luego la enderezará y la girará. Este movimiento pondrá tensión en el menisco desgarrado. Si tiene un desgarro de menisco en la rodilla, este movimiento puede causar dolor o una sensación de clic en la articulación.

La Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos también recomienda que su médico ordene pruebas por imágenes, como radiografías o resonancias magnéticas, para obtener una imagen de la articulación de la rodilla.

  • Radiografías (radiografías). Este examen proporcionará una descripción general de la estructura ósea. Aunque una radiografía no muestra un desgarro de menisco, su médico también puede diagnosticar otras afecciones que causan dolor de rodilla, como la osteoartritis.
  • Resonancias magnéticas. Examen con ondas de radio y campos magnéticos fuertes que pueden producir imágenes de los tejidos densos y blandos de la rodilla, como el menisco, los tendones, los ligamentos y otros cartílagos.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para las lesiones de menisco?

El tratamiento para un desgarro de menisco depende de varios factores, que incluyen su edad, síntomas y nivel de actividad. También depende del tipo, tamaño y ubicación de su lesión.

La mayoría de las lesiones leves a moderadas no requieren un procedimiento quirúrgico. El desgarro en el tercio externo del menisco generalmente puede curarse por sí solo, porque esta sección recibe una gran cantidad de suministro de sangre que ayuda al proceso de regeneración del cartílago.

Mientras tanto, dos tercios del menisco que carece de suministro de sangre no se puede curar por sí solo, por lo que necesita más tratamiento, incluida la cirugía.

Tratamiento no quirúrgico

La mayoría de los desgarros de menisco en etapas leves a moderadas no requieren cirugía. Si sus síntomas no empeoran, como hinchazón o bloqueo de la articulación de la rodilla, su médico puede recomendar un tratamiento no quirúrgico.

Para acelerar la curación, puede hacer primeros auxilios con el método RICE ( Descanso, Hielo, Compresión, Elevación ) en los siguientes pasos.

  • Descanse la rodilla después de una lesión. Reduzca las actividades que requieran caminar. Para ayudar a reducir la carga sobre las rodillas, también puede usar dispositivos de asistencia, como muletas.
  • Aplique hielo para reducir el dolor y la hinchazón. Hágalo durante 15-20 minutos cada 3-4 horas durante 2-3 días o hasta que el dolor y la hinchazón desaparezcan.
  • Comprima con una venda elástica para reducir la hinchazón.
  • Coloque las rodillas más altas colocando una almohada debajo de los talones.

Su médico también le recetará medicamentos antiinflamatorios, como aspirina o ibuprofeno, que pueden reducir el dolor y la hinchazón. Las inyecciones de corticosteroides en la articulación de la rodilla también pueden tener el mismo efecto.

Otros tratamientos no quirúrgicos para lesiones de menisco, como inyecciones plasma rico en plaquetas (PRP). El método PRP con plasma sanguíneo del paciente que contiene altas concentraciones de esta proteína puede ayudar al proceso de curación de la lesión, aunque este procedimiento aún requiere más investigación.

Tratamiento quirúrgico (cirugía)

Si el desgarro del menisco es lo suficientemente grande como para que la rodilla esté inestable y bloqueada, lo más probable es que necesite tratamiento quirúrgico. Los procedimientos artroscópicos de rodilla mediante la inserción de una pequeña cámara a través de una incisión en la rodilla sirven para reparar la estructura del menisco o eliminar un fragmento de menisco obstructor.

Los procedimientos quirúrgicos que realizan los médicos para tratar las lesiones de menisco son los siguientes.

  • Reparación de meniscos. Algunos desgarros de menisco se pueden reparar uniendo nuevamente la sección desgarrada. El procedimiento para reparar el menisco depende del tipo y estado del desgarro.
  • Meniscectomía parcial. Este procedimiento eliminará una parte del menisco desgarrado para que la rodilla pueda volver a funcionar normalmente.
  • Meniscectomía total. El médico extraerá todo el menisco y lo reemplazará mediante un procedimiento de trasplante. Este procedimiento generalmente se realiza cuando el menisco está débil debido a una artritis degenerativa.

Después del procedimiento quirúrgico, consulte a su médico para someterse a ejercicios de rehabilitación para restaurar la función de su rodilla. El tiempo de rehabilitación para la reparación del menisco generalmente dura de 3 a 6 meses, mientras que la meniscectomía de recuperación solo toma alrededor de 3 a 6 semanas.

¿Cuáles son algunos cambios en el estilo de vida o remedios caseros para tratar una lesión de menisco?

Después de una lesión en el menisco de la rodilla, puede comenzar a hacer ejercicio nuevamente para aumentar su rango de movimiento. Puede agregar gradualmente el entrenamiento de fuerza de los músculos de las piernas a su plan de rehabilitación después de someterse a un procedimiento quirúrgico.

Para evitar que la lesión vuelva a aparecer, evite las actividades que empeoren el dolor de rodilla. Utilice la técnica adecuada al hacer ejercicio y siempre tenga cuidado al realizar las actividades diarias, como arrodillarse, ponerse en cuclillas o levantar pesos pesados.

Estirarse antes y después del ejercicio también puede ayudarlo a evitar esta afección. Pregúntele a su médico o fisioterapeuta sobre el tipo de ejercicio adecuado para su afección.

Si tiene alguna pregunta u otras quejas, consulte a su médico para obtener la mejor solución para su problema.


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