Guía de dieta saludable para personas con enfermedad hepática •

Para los pacientes con enfermedad hepática, tener una dieta balanceada con nutrición es importante para ayudar al funcionamiento del hígado. Por eso, los pacientes con enfermedad hepática deben someterse a una dieta especial para prevenir un daño hepático más grave. Vea cómo orientar la dieta para las enfermedades hepáticas aquí.

Guía de dieta para enfermedades hepáticas

Una dieta especial para pacientes con enfermedad hepática tiene como objetivo reducir la carga de trabajo del hígado y el grosor de la capa de grasa en el órgano.

Aquí hay algunas cosas que debe considerar cuando está a dieta para reducir el riesgo de desarrollar enfermedad hepática.

1. Consuma alimentos ricos en carbohidratos

Una de las cosas que se deben hacer al realizar una dieta especial para la enfermedad hepática es comer alimentos con alto contenido de carbohidratos.

Aun así, no debes elegir cualquier carbohidrato. En lugar de carbohidratos simples como el azúcar, intente aumentar los carbohidratos complejos, como la fibra.

Verá, comer demasiados alimentos dulces puede acelerar el proceso de transformación de los alimentos en grasa en el hígado.

Mientras tanto, la fibra es una opción más segura porque contiene un índice glucémico bajo, por lo que se digiere más lentamente.

También hay algunos alimentos ricos en fibra que son buenos para la salud del hígado, que incluyen:

  • pan o pasta integral,
  • quinua,
  • Arroz rojo,
  • avena, dan
  • frutas y vegetales.

2. Necesidades proteicas diarias suficientes

Además de aumentar la ingesta de carbohidratos, los pacientes con enfermedades hepáticas realmente necesitan satisfacer sus necesidades diarias de proteínas.

Por ejemplo, se recomienda encarecidamente a los pacientes con cirrosis hepática para satisfacer sus necesidades de proteínas.

Esto se debe a que la cirrosis puede provocar daños más graves en la función hepática y provocar una serie de complicaciones, como la retención de líquidos.

Los médicos y nutricionistas generalmente recomiendan que siga una dieta alta en energía y proteínas para ayudar al funcionamiento de su hígado.

Sin embargo, intente elegir fuentes de proteínas saludables que no contengan mucha grasa, como:

  • pez,
  • legumbres, frutos secos y semillas,
  • yogur,
  • queso bajo en sal,
  • aceites vegetales, como oliva, girasol y canola, así como
  • leche y sus productos procesados.

3. Limitar la ingesta de grasas

En realidad, no hay nada de malo en comer alimentos grasos. De hecho, se recomiendan las grasas saludables en una dieta para enfermedades hepáticas para ayudar a prevenir la degradación de proteínas en el hígado.

Aun así, demasiada grasa es mala, no buena para la función hepática, especialmente cuando se ha dañado.

Es por eso que debe elegir alimentos que contengan grasas buenas para mantener la salud del hígado, que incluyen:

  • pescado azul, como salmón, atún y arenque,
  • aceite vegetal,
  • nueces, incluidas nueces y almendras,
  • Olivos,
  • verduras de hoja verde oscuro, como espinacas y brócoli,
  • aguacate, dan
  • Leche.

No olvide prestar atención a cómo cocinar los alimentos porque el incorrecto puede causar la acumulación de más grasa en el hígado.

Trate de limitar el consumo de alimentos horneados, horneados o fritos en aceite de coco. La razón, este método puede agregar grasa a los alimentos.

4. Incrementar el consumo de frutas y verduras.

No es ningún secreto que el consumo de frutas y verduras es beneficioso para el organismo, incluida la función hepática.

Cómo no, las frutas y verduras contienen mucha fibra y antioxidantes. Ambos son ciertamente buenos para el hígado.

Por ejemplo, las frutas cítricas como los limones y las limas son ricas en ácido cítrico, potasio y vitamina C.

Estos nutrientes ayudan a aumentar la energía, desintoxicar el hígado y reducir la inflamación. De hecho, se cree que los flavonoides de los cítricos ayudan a proteger el hígado del daño.

Además de las frutas cítricas, otros tipos de frutas y verduras que puede usar en una dieta para enfermedades hepáticas incluyen:

  • Pomelo,
  • Coles de Bruselas,
  • brócoli,
  • coliflor,
  • Espinacas,
  • hojas de mostaza, dan
  • bayas, como arándanos y arándanos.

5. Evite el exceso de sal

Si tiene una enfermedad hepática, es posible que deba reducir su consumo de sal periódicamente, que es menos de 1500 miligramos por día.

Esto es para que el cuerpo no retenga demasiado líquido porque la función del hígado no está funcionando normalmente. La razón, la acumulación de líquido en el cuerpo puede provocar hinchazón.

Intente pedirle a su médico más información sobre una dieta baja en sal. Mientras tanto, trate de limitar los alimentos que contienen mucha sal, como:

  • sal de mesa,
  • tocino, salchicha y carne en conserva,
  • alimentos enlatados y caldos de verduras listos para comer,
  • alimentos congelados y snacks envasados,
  • salsa de soja y salsas procesadas, y
  • sopa envasada.

6. Deja de beber alcohol

Si experimenta hígado graso debido al consumo de alcohol, debe dejar de beber alcohol.

El hígado es un órgano digestivo que puede regenerarse de forma independiente. Sin embargo, cada vez que el hígado filtra el alcohol, algunas células del hígado mueren.

Aunque el hígado puede desarrollar nuevas células, el abuso continuo de alcohol puede reducir su capacidad de regeneración. Sin duda, esto puede causar un daño hepático grave y permanente.

Por lo tanto, dejar el alcohol es la mejor manera para los pacientes con enfermedad hepática cuando se someten a una dieta especial.

7. Toma suplementos de vitamina D

Generalmente, los pacientes con enfermedad hepática tienen deficiencia de vitamina D. Para prevenir complicaciones adicionales de la enfermedad hepática, se le puede recomendar que tome suplementos de vitamina D.

Además, puedes cubrir las necesidades de vitamina D tomando el sol y comiendo alimentos ricos en esta vitamina, como:

  • pescado grasoso,
  • aceite de pescado,
  • yema,
  • hígado de res, y
  • molde.

No solo la vitamina D, trate de satisfacer otras necesidades nutricionales para que las funciones corporales funcionen bien incluso si tiene una enfermedad hepática.

Si tiene más preguntas, hable con su médico o nutricionista para obtener la solución adecuada con respecto a la dieta para la enfermedad hepática.


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