5 claves para agudizar su sentido del olfato y el gusto

Los efectos del envejecimiento no solo cambian su apariencia física, sino también la función de sus cinco sentidos. Sin embargo, eso no significa que pueda ignorar este cambio. Se ha informado que un sentido del olfato reducido está asociado con un mayor riesgo de trastornos cognitivos cerebrales, como la demencia o la enfermedad de Alzheimer.

Mientras tanto, la función alterada del sentido del gusto puede provocar una pérdida de la capacidad para distinguir el sabor y la textura de los alimentos, lo que a su vez puede afectar los hábitos alimentarios y las condiciones de salud.

Además de aumentar la edad, la enfermedad también puede inhibir la función de la nariz y la boca para saborear los alimentos. Al experimentar inflamación o infección, los niveles de proteína TNF-α en el cuerpo aumentarán para combatir la enfermedad.

Los niveles elevados de esta proteína provocan alteraciones en la función de la lengua, lo que hace que todo lo que coma o beba tenga un sabor más amargo de lo habitual. Cuando tiene un resfriado o gripe, su nariz también se obstruye con moco, lo que hace que oler menos fuerte.

¿Cómo podemos mejorar nuestro sentido del olfato y el gusto?

Un sentido del olfato y del gusto reducidos puede ser malo para que usted detecte el peligro.

No se puede diferenciar entre comida rancia u oler una fuga de gas.

Entonces, para mantener la nariz y la lengua saludables y siempre funcionando bien, sigamos estos consejos.

1. Satisfacer las necesidades diarias de hierro y omega-3

Sin darnos cuenta, la ingesta de nutrientes de nuestra dieta diaria puede apoyar el buen funcionamiento de sus cinco sentidos.

El hierro en particular ayuda a la agudeza de la función nasal para oler los olores, mientras que el omega-3 mantiene la función de la lengua para detectar las texturas de los alimentos y distinguir los sabores.

Puede obtener la ingesta de estos dos importantes minerales de varios tipos de pescados grasos como el salmón, el atún y las sardinas.

Otros alimentos como mariscos, carne de res magra, frijoles y verduras de hoja verde oscuro como la espinaca o la col berza también pueden ser una opción.

2. Preste atención a sus hábitos alimenticios

No solo se deben considerar las opciones de alimentos, sino también sus hábitos alimenticios. Los malos hábitos alimenticios pueden afectar la función de la nariz y la lengua.

Ahora, para perfeccionar la función de estos dos sentidos, asegúrese de comer cuando su nariz funcione muy bien, es decir, cuando tenga hambre.

Primero, intente inhalar el aroma de la comida antes de comenzar a comer y comprenda realmente de dónde proviene el aroma. Por ejemplo, ¿adivina si la fragancia de la miga proviene del comino o la cúrcuma?

Luego, mientras come, mastique lenta y tranquilamente para que su lengua pueda reconocer mejor la textura y el sabor de la comida.

Evite los alimentos que estén demasiado calientes o demasiado fríos.

3. Deje de fumar y evite los vapores de los vehículos

Fumar es un hábito contraproducente (¡al igual que otros, por supuesto!).

Fumar te hace más susceptible a la enfermedad de las encías, las aftas y otras enfermedades que pueden interferir con la función de tu lengua.

Además, el humo del cigarrillo también puede alterar el funcionamiento de los receptores de la nariz y la lengua.

A largo plazo, el nervio olfatorio, que se encuentra detrás de la nariz para oler, puede sufrir daños permanentes.

Además del humo del cigarrillo, también debe evitar el humo de los vehículos. Manténgase alejado de las personas que fuman y siempre use una mascarilla nasal cuando salga.

4. Ingesta adecuada de agua y ejercicio regular por la mañana.

Beber mucha agua evita la deshidratación, que se caracteriza por sequedad de boca. Sin suficiente saliva, la lengua no puede funcionar correctamente para saborear los alimentos.

También conviértase en un hábito de hacer ejercicio simple, como caminar a paso ligero, caminar a paso ligero o correr durante 30 minutos todos los días.

Es mejor si se hace por la mañana. El ejercicio matutino le brinda un suministro de aire más fresco y limpio, lo que ayuda a mantener el buen funcionamiento de la nariz al respirar aire.

5. Evite los olores fuertes y los conservantes

Oler olores fuertes, como basura, perfume o insecticida en aerosol, puede afectar la salud de su nariz.

Oler un olor fuerte durante mucho tiempo puede provocar fuertes dolores de cabeza, mareos y náuseas.

En su lugar, intente inhalar aromas más calmantes, como aceites de aromaterapia de menta o canela, que pueden aumentar la estimulación de los nervios nasales para que se vuelvan más agudos.

Además, reduzca los conservantes que contienen sal y azúcar añadidos.

Si está acostumbrado a comer este tipo de alimentos, su lengua seguramente no podrá detectar los alimentos que en realidad son demasiado salados o demasiado dulces.

Los alimentos que son demasiado salados o dulces también hacen que su boca tenga sed y se seque fácilmente.


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